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En fechas recientes apareció en la Revista Siete del diario Panamá América un artículo dedicado a Celler Burgos Porta y sus extraordinarios los vinos orgánicos de la reputada DOQ Priorat de Cataluña. Dichos vinos están presentes en el mercado panameño de la mano de SDS Internacional, teniendo a disposición de los aficionados las dos etiquetas Mas Sinén Negre y el escaso y exclusivo Mas Sinén Coster en sus añadas 2004, 2005 y 2006, las tres consideradas por el consejo regulador como de calidad "excelente".
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El Periodista especializado Dr. Anibal Villa Real en su columna "Vinomanía" nos cuenta su visita a la bodega acompañado por sus propietarios, Salvador Burgos y Conxita Porta:
MAS SINÉN, UN OASIS EN MEDIO DE LA MONTAÑA
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Gracias a la gestión de Oriol Serra, de SDS Internacional, en Costa del Este, conocí a Miguel Coca, excelente anfitrión que, haciendo un aparte en sus obligaciones, accedió a servirme de lazarillo durante mi visita a la Priorat, escarpada región en la que la vid lucha por sobrevivir enterrando sus raíces en el rocoso y pizarroso suelo, y el hombre, en una demostración de tenacidad, desafía la lógica y obtiene de la naturaleza el premio a su tesón y perseverancia.
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Luego de circular por una sinuosa carretera de montaña en la que la belleza del paisaje se mezcla con el vértigo de la altura, llegamos a Poboleda, donde nos encontramos con Salvador Burgos y Conxita Porta, los propietarios del Celler Burgos Porta.
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Esta actividad familiar, que se ha conservado por generaciones desde siglo XIX, se desarrolla en una antigua masía de piedra del siglo XVII rodeada de viñedos plantados en la ladera de la montaña Mas Sinen que le da nombre a sus vinos, siguiendo el método de cultivo en terrazas, al igual que hicieron nuestros hermanos peruanos en las estribaciones de los Andes. Es curioso cómo el hombre es capaz de coincidir en los métodos de cultivo aunque no se conozcan y procedan de culturas totalmente diferentes.
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Durante el recorrido por los viñedos y las instalaciones, nos comentaba Salvador que sus vinos se elaboran aplicando métodos de cultivo orgánico. Su producción se limita a 25 mil botellas que se elaboran con racimos procedentes de vides antiguas y de baja producción por planta. Las 15 hectáreas de la finca están sembradas con las variedades Garnacha, Cariñena, Cabernet Sauvignon y Syrah con una edad entre 5 y 50 años, plantadas en un suelo de rocosa pizarra llamada "licorella".
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La bodega produce dos tipos de vinos, el Mas Sinen Negre, un cupaje de 35% de Garnacha, 30% de Cabernet Sauvignon, 25% de Cariñena, y 10% de Syrah con una crianza de 12 meses en barricas de roble francés. Es un vino con aromas de fruta negra y toques minerales típico de la tierra que recuerda el grafito de los lápices, que en boca se nota su corpulencia, pero en el que se aprecia el equilibrio de sus componentes; y el Mas Sinen Coster, un Reserva elaborado con Garnacha y Cariñena, a partes iguales, y procedentes de viñas viejas de 50 años y luego madurados durante un año en barricas nuevas de roble francés. Este vino ofrece una gama aromática en la que confluyen notas minerales propias de la región, torrefacto, trufas y ciruelas maduras. En boca se nota su complejidad, gran presencia en boca y persistencia larga con recuerdos a chocolate negro y tabaco.
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Estos vinos tienen la virtud de poder ser escanciados desde que salen de la bodega y al mismo tiempo, la capacidad de ser guardados durante quince años o más. Lo ideal sería conseguir un buen lote de botellas y poder descorchar una cada año y apreciar su evolución a lo largo del tiempo.
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Pero ya sea que lo deguste ahora o dentro de algunos años, lo apreciará mejor si le permitimos que desarrolle todo su potencial de sensaciones, aireado en un decantador por lo menos dos horas antes de probarlo.
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